Fotografía de Gonzalo Gaviño Romero |
Hace noches que la observo, ella aún
no lo sabe. No se puede dormir. Acomoda la almohada. Abre los ojos y mira las
sombras de su habitación. Mientras, espero...
Hace noches que no quiero cerrar los ojos pues mi mente se
quiere escapar de mi cabeza. La siento diluirse, fragmentarse y hacer presión. Creo que es mi hora,
muero; entonces pienso: no mien-
tras esté durmiendo. Entro en pánico. Logro
razonar y suplanto las palabras por una melodía. Engañé mis pensamientos...
Hace noches que las observo. La primera está equivocada, la segunda también.
Aún no lo saben, hay que darles tiempo.